lunes, 26 de marzo de 2007

Aprender a respirar

Deberíamos tener en cuenta que la regla que debe seguirse para realizar una buena respiración es el hacerlo siempre por la nariz y no por la boca tal como lo realizamos la mayoría de los occidentales.
El respirar por la boca y no por la nariz lo hacemos a menudo, pero mucho más cuando
estamos hablando con otras personas, y esta costumbre nos induce a respirar mal también
durante el sueño, sin darnos cuenta del peligro que representa para nuestra salud.
Todos los padres deberían acostumbrar a sus hijos a que aprendiesen a respirar por la nariz, dado que una inadecuada respiración puede llegar a obstaculizar el desarrollo de la glándula tiroides.
También las amígdalas se infectan al respirar por la boca, produciendo molestas inflamaciones.
La naturaleza nos ha provisto de un equipo defensivo para evitar que entren en nuestro
organismo impurezas que al final tan solo nos provocan enfermedades.
Así pues, en el interior de nuestras fosas nasales hay un filtro formado por pelos que evitan el paso de pequeños insectos, polvo o partículas nocivas que pudiesen perjudicar a nuestros pulmones.
Es también en la nariz en donde las mucosas se encargan de calentar el aire excesivamente frío y
en donde quedan retenidas las partículas de polvo y demás partículas nocivas que los pelos no
pudieron retener y de las que nos podremos deshacer expulsando el aire con fuerza por la
nariz.
Existen también en la nariz unas glándulas que luchan contra los microbios que logran llegar
hasta ellas y desde donde se avisa a través del olfato que existe un peligro en el ambiente que
nos amenaza, como podrían ser gases venenosos, sustancias en descomposición, etc.
Los órganos del olfato y sus terminaciones nerviosas olfativas, además de hacer que
percibamos los olores, tienen como principal misión el absorber el prâna del aire.
La falta de prâna (ozono) en el aire nos da sensación de agobio o ahogo. Todos lo hemos
podido comprobar cuando al pasar un resfriado no podemos respirar adecuadamente por la nariz y esto se debe a la falta de prâna, por cuya carencia las personas delicadas pueden llegar a padecer problemas respiratorios graves e incluso trastornos cardíacos.
Hemos experimentado también la sensación de frescor que nos invade al respirar por la nariz
después de una tormenta en que el ambiente está lleno de ozono, o cuando estamos en el campo o en el mar, respirando al aire libre.
Es por ello que para absorber prâna hay que aprender a respirar por la nariz, puesto que en la
boca no existen órganos que lo absorban.
El respirar durante largos períodos de tiempo por la boca trae malas consecuencias, puesto que al final acabamos por debilitar sus glándulas, cuerdas bucales y todos los órganos respiratorios
y además al pasar el aire sucio a nuestros pulmones, quedamos sin defensas para combatir
las enfermedades y entonces comienza a funcionar mal nuestro organismo, corriendo por
ello el riesgo de contraer infecciones y enfermedades contagiosas.
Es pues sumamente importante el respirar por la nariz de esta forma el prâna absorbido y
elaborado por nuestros pulmones, proporcionará a nuestro cuerpo una buena dosis de energía,
reforzando nuestro corazón y haciendo que este bombee la sangre distribuyéndola correctamente por todo nuestro cuerpo. Con ello además de prevenir enfermedades, mejoraremos nuestra salud actual e incluso recuperaremos fuerzas sin llegar a sentirnos nunca cansados.
Dentro de los ejercicios respiratorios del yoga, podemos distinguir tres clases de respiración
completa:
-La respiración superior.
-La respiración media.
-La respiración abdominal.
La respiración que la mayoría de los occidentales realizamos, es la que se conoce como respiración clavicular o superior, en la que tan solo se mueven las costillas, los hombros y las clavículas y de esta forma tan solo trabaja la parte superior de los pulmones y por ello absorbemos una mínima cantidad de aire; esta forma de respirar exige mucha energía y en cambio los resultados son mínimos. este tipo de respiración poco recomendable es consecuencia la mayoría de las veces por llevar comprimida la cintura con correas, fajas, pantalones muy ceñidos, etc, y también por la postura de nuestro trabajo, sentados durante muchas horas inclinados hacia adelante que nos obliga a encorvarnos y que nos impiden realizar la respiración abdominal.
Existe otro tipo de respiración practicado por los occidentales que no llevan una vida sedentaria
conocida como la respiración media o intercostal.
Este tipo de respiración es más correcta y beneficiosa que la clavicular ya que este tipo de
respiración incluye un poco la respiración abdominal, llenado en este caso la parte superior
y media de los pulmones de aire. Suelen hacer las personas que desarrollan su trabajo de pié o
andando.
La respiración diafragmática, profunda o abdominal es la que normalmente se practica
mientras descansamos o dormimos y es la más recomendada, aunque ésta tan solo constituye
una parte de la respiración en el yoga. En esta forma de respirar, el diafragma ejerce un papel
muy importante. El diafragma es un fuerte músculo que separa la cavidad del pecho de la
cavidad del vientre; durante el tiempo de reposo éste está curvado hacia la caja torácica, y al ir
moviéndose va descendiendo poco a poco, comprimiendo hacia abajo los órganos del
abdomen al propio tiempo que empuja el abdomen hacia afuera. En esta modalidad de
respiración llegaríamos a conseguir llenar de aire, además de la parte superior y media ,la parte
inferior de los pulmones, tomando de esta forma una máxima cantidad de prâna y de oxígeno.

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